CHARLAS QUE SUMAN: «Construyendo la propia identidad»

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CONSTRUYENDO LA PROPIA IDENTIDAD

 

¿Mamá, yo tengo Síndrome de Down? Cómo hablar con nuestros hijos/as sobre el Síndrome de Down

 

Las personas construimos nuestra imagen e identidad a través de la relación con nuestro entorno; me veo, me observo y me reconozco a través de los ojos del otro. Veo, observo y reconozco lo que se asemeja o diferencia de mi.

 

El conocimiento que tienen las personas con Síndrome de Down de sí mismas es un conocimiento en construcción, intuitivo y, a veces, confuso.

 

Es importante acompañarlas y ayudarlas a construir una imagen real que le permita desarrollarse plenamente, atendiendo a su bienestar emocional y potenciando sus capacidades.

 

La identidad es el conjunto de rasgos corporales, mentales y psicológicos que se van desarrollando a lo largo de la vida y que configuran la personalidad.

 

¿Quién soy?, ¿Qué me gusta de mí?, ¿Cómo he cambiado?, ¿Cómo me gustaría ser?

 

El niño/a va reconociéndose a través de los demás y desde el inicio de su vida. Sabemos que todas las etapas evolutivas del niño/a requieren especial atención, pero cuando hablamos de identidad hay dos periodos muy importantes: los primeros años y la adolescencia.

Hay un pequeño despertar, “algo pasa”, y ante esta toma de conciencia suelen aparecer conductas y emociones que demuestran que empiezan a darse cuenta de sus diferencias. Frustraciones y confusiones que son difíciles de expresar en edades tan tempranas y que, como decíamos al principio, necesitan de un acompañamiento por parte del adulto.

Muchos niños/as empiezan a descubrir sus diferencias en los primeros años de escolarización, entre los 5 y los 8 años aproximadamente, gracias a la interacción con el resto de compañeros.

Vivimos en una sociedad que premia la velocidad, la autosuficiencia, las habilidades comunicativas, la productividad, la competencia. Y ya en la escuela estos niños y niñas empiezan a observar que el compañero/a es más ágil, que lee, escribe, dibuja o se comunica mejor y más rápido que él, que el ritmo general del aula va más deprisa.

En la adolescencia empiezan a observar que el resto de alumnos/as son más autónomos, que no tienen adaptaciones en las asignaturas, que no precisan de apoyos o que les cuesta seguir los temas de conversación. Entonces es cuando se observan conductas de provocación, dispersión, tristeza, aislamiento, que deben ser atendidas y comprendidas por parte del adulto.

La identidad real incluye reconocer la propia discapacidad, reconocer y aceptar los límites. La inquietud o malestar son lógicos, tanto para la familia como para los hijos/as. Es importante poder hablar del Síndrome de Down con normalidad, teniendo en cuenta la edad del niño/a, podemos hacerlo a través de un comentario más simple y, conforme vaya creciendo, podemos reflexionar de manera más profunda con ellos.

El papel de los profesionales ayudará a ambas partes a tratar el tema, dando pautas y consejos:

  • Reconocer las limitaciones, reconociendo también sus avances y posibilidades.
  • No crear falsas expectativas que puedan confundirlos.
  • Dar recursos que le permitan ganar en autosuficiencia.
  • Evitar objetivos muy sencillos o demasiado altos, que afectan a su autoestima pues no son realistas a sus capacidades.
  • Ayudarles a formar una imagen positiva y real de ellos mismos, y a que se planteen objetivos realistas.
  • Evitar las malas competencias (entre hermanos, compañeros).
  • Cuidar la comunicación y los mensajes que reciben sobre ellos mismos.

En este proceso de construcción del propio yo, la autoestima tiene un papel importantísimo: la autoestima empieza por aceptar quién soy y eso incluye aceptar el Síndrome de Down:

  • Tomar conciencia, conocimiento, percepción de cómo/quién soy.
  • Saberse competente.
  • Desarrollar los propios talentos.
  • Sentirse estimado y aceptado por el entorno.

 

“Conocer más no es un riesgo, al contrario nos ayuda a prevenir y buscar mejores soluciones. Conocer nos proporciona una base sólida para la acción y para dar los mejores recursos.”
– Dr. J. Flores – 

 

¡¡¡SÚMATE!!!

Más información en: info@cromosuma.org

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