LA IMPORTANCIA DE LAS PRIMERAS MANIPULACIONES Y EL DESCUBRIMIENTO DE LOS APOYOS DURANTE EL DESARROLLO PSICOMOTOR DE LOS/LAS NIÑOS/AS CON SÍNDROME DE DOWN
Durante los primeros meses de la vida del bebé, es importante observarle bien para respetar sus preferencias y ritmo de desarrollo
Los/las niños/as con Síndrome de Down tienen hipotonía global (sobre todo los bebés) que hace que sean más flácidos. Por esto mismo, necesitan ser acompañados a nivel de conciencia corporal: estimular a descubrir sus apoyos.
Debemos estar atentos/as a la forma de llevar en brazos a nuestros bebés, manipularles y colocarles. Son importantes las posturas en las que se coge al niño/a, las cuales también deben favorecer que vaya ganando fuerza y practicando el control de la postura de su cabeza. Se trata de llevarlo respetando siempre su fisiología natural, invitándolo a estar cómodo/a en vuestros brazos, a agarrarse para que sea el actor del mantenimiento de su cuerpo.
Los dos apoyos fundamentales para sostenerlo/a, son:
– Levantarlo con una mano debajo de su culo y otra detrás de su cuello para sostener su cabeza durante los primeros meses.
De esta forma, será sostenido en los brazos por su «base» de seguridad interna y lo tendrá cogido con más tenacidad comodidad. Así mismo debe ir sucediendo en la parte del tronco e, poco a poco a través de las mismas posturas (y otras nuevas), incluir la participación de sus bracitos. De este modo el niño/a va a ir ganando cada vez más fuerza y control en del tronco.
Habitualmente, durante el día a día, tendemos a levantar al bebé sujetándolo por debajo de las axilas. Éste hábito es una postura incomoda para el bebé: la parte inferior de su cuerpo está pasiva, hipotónica, sin poder intervenir por sí mismo/a.
Si conseguimos adquirir, desde el principio, unos hábitos de apoyo y manipulación adecuados, su desarrollo psicomotor progresará de forma segura y adecuada: con una base buena y segura.
Estas técnicas deben aplicarse diariamente en los gestos cotidianos: para el cambio, para hacer dormir al bebé, para tomarlo, etc…
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A PARTIR DE LOS 6 – 9 MESES
Sobre esta edad, el bebé aprenderá poco a poco a moverse. Descubrirá su entorno gracias a los primeros desplazamientos.
A través el descubrimiento y los nuevos apoyos corporales aprenderá a hacer los cambios de posiciones por sí mismo/a y abrir sus posibilidades de movimiento. En estos periodos, es interesante acompañarle/a en su motricidad libre: ¿Cómo?
Fundamental recordar que cada niño/a se desarrolla a su propio ritmo y que como padres/madres (con paciencia) deben ser su apoyo en el proceso. Esto significa que lo importante es permitir que el niño/a tenga las oportunidades que necesita para practicar y ganar control en sus habilidades.
1 – Gracias a las primeras manipulaciones, el objetivo será reforzar sus apoyos, siempre dejando un espacio libre de movimiento, estimulándole de manera adaptada con sus juegos preferidos, y organizando su espacio de juego para que descubra cómo se comportan algunas partes de su cuerpo en su entorno y sus apoyos corporales a medida que va creciendo.
EJERCICIOS Y ACTIVIDADES: pueden realizarlos con sus hijos/as para ayudarles a ejercer distintos tipos de movimientos que contribuirán a su desarrollo.
- Cuando el bebé empiece a empujar el suelo con sus antebrazos para enderezarse, podemos colocarle un juego delante para incitarlo a subir la cabeza. De esta forma, empujará el suelo para levantarse.
- Cuando el bebé aprenda a arrastrarse y empuje el suelo con sus pies y rodillas, moviéndose gracias al descubrimiento de sus apoyos, podemos estimular sus apoyos colocando la mano en la planta de los pies del/de la niño/a para reforzar el apoyo. *IMPORTANTE: no coger sus piernas para que haga el movimiento de arrastrarse en su lugar.*
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2 – Cuando el/la niño/a aprende a sentarse, debe descubrir sus apoyos laterales y empujar el suelo hacia un lado u otro con el codo y la mano para levantar el peso de su tronco. Luego, más adelante, usará sus rodillas y se apoyará sobre una altura para ponerse de pie hasta la adquirir la posición de andar. *IMPORTANTE: no colocarlo en posiciones que no ha aprendido por sí mismo/a, con lo que no deberíamos sentarle si no está listo/a o no ha aprendido a sentarse. Tenemos que pensar que en este caso, estaríamos poniéndole en una posición no elegida por él o ella y para la que necesita de ayuda externa. Con ello, está perdiendo la oportunidad de experimentar y practicar con su cuerpo. Si sucede esto, el/la niño/a será un sujeto pasivo y no entenderá cómo llegar hasta esta posición, será dependiente de vuestra ayuda.*
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Po último, recordemos que debemos priorizar tiempos cortos de estimulación y de juegos, ¡siempre respetando el ritmo de su hijo/a!
Los/las niños/as precisan de estímulos que les animen y les permitan llevar a cabo miles de intentos y repeticiones hasta adquirir y dominar una posición.
Respetar siempre sus ritmos y apoyarles en su proceso, permitirá a su hijo/a a ganar confianza en sí mismo/a.
Las habilidades motrices que adquiere el/la niño/a en casa o en las sesiones de psicomotricidad (fina y global), le brindarán seguridad y confianza.
Para más información, puedes escribirnos a: info@cromosuma.org
Escrito:
Marie Galland (psicomotricista)
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